Viendo lo que no se ve

Por: Pastor Carlos Orellana

TEXTO BASE:

Romanos 1:20

Porque las cosas invisibles de él,  su eterno poder y deidad,  se hacen claramente visibles desde la creación del mundo,  siendo entendidas por medio de las cosas hechas,  de modo que no tienen excusa.

Objetivo:

Mantener nuestro enfoque en las cosas imperecederas.

INTRODUCCION

Siempre estamos preocupados por las cosas perecederas, y perdemos de vista las que son imperecederas.

La rutina de la vida nos lleva a un punto en donde perdemos nuestro sentido de importancia para las cosas. Es el énfasis claro de parte de nuestro Señor Jesucristo al decirnos que no nos afanemos en la vida.

Además tenemos el error común de solo estar viendo  las cosas que no son eternas, entre ellas aquellas que nos consumen un gran tiempo para hacerlas. Trabajo, estudio. Todo es necesario pero tenemos que no dejar a un lado aquellas que realmente nos garantizan un éxito rotundo.

Las disciplinas espirituales son dejadas de lado y por ende no tomadas en cuenta para la eternidad. A Dios no le podemos ver con estos ojos humanos tan decadentes en la maldad, aun con su revestimiento de poder por parte del Espíritu Santo seguimos teniendo esta dificultad.

Aun así, El se muestra de muchas maneras en la vida. Queda en nosotros poder apreciar estas maneras en que se nos muestra, claro está que si estamos enfocados podremos hacerlo cada mas y de manera espontanea.

TENEMOS COSAS QUE SON DESAPERCIBIDAS

1.- La muerte expiatoria del Señor es una gran bendición para todos nuestros males.

Como hijos de Dios tenemos que reconocer que el Señor nos ha dado claramente su bendición en su muerte. Esta muerte como sabemos nos garantiza el triunfo sobre el pecado.

Además su muerte nos trae la bendición de una vida eterna. Al hablar de esto debemos estar recordándonos que esto es presente en nuestra vida al igual que esta para nuestro futuro.

En otras palabras lo que podemos recordar que esto está enfrente de nosotros y casi siempre estamos obviándolo cuando nos vienen los problemas o caemos en pecados involuntaria e inconscientemente.

Es distinto totalmente cuando hablamos de estar viviendo en una vida de pecado. Lo que estamos abordando es que su muerte trae tanta bendición para los que hemos decidido creer que estamos perdiendo de vista este gran valor.

Colosenses 1:22

En su cuerpo de carne,  por medio de la muerte,  para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;

Tenemos esta gran bendición de recibir a través de la muerte expiatoria del Señor toda nuestra salvación. Esto es lo que no estamos viendo por ser opacado por las cosas que la vida misma  nos trae.

2. Ahora de manera más personal, tenemos nuestros triunfos y fracasos.

En la vida tenemos estas dos grandes variantes. El triunfo y fracaso están delante de nosotros, en ocasiones son como manifestados y en otras pues nos salen de sorpresa.

Para ejemplificar mejor:

1.- Si se estudia para un examen es un hecho que se tendrá buenos resultados.

2.- Pero si se casa con una persona puede cambiar las variables de triunfo y de fracaso.

En la primera, podemos por así decirlo controlar nuestro grado de fracaso y de triunfo pues depende mucho de nosotros mismos.

Mientras que la segunda aunque depende en gran parte de nosotros, también recae en otro el triunfo. Obviamente no podemos controlar totalmente el resultado de fracaso y de éxito.

Lo que si es cierto que estos dos momentos pueden verse venir y depende mucho de nosotros si los enfrentamos con osadía o nos dejamos vencer por ellos para ser triunfadores o fracasados.

En Cristo nuestro Señor tenemos el triunfo asegurado de nuestra alma. Ahora nuestros triunfos en esta tierra de igual manera, siempre que el Señor este con nosotros.

3.  La vida misma esta delante de nosotros y no la disfrutamos.

Con este apartado entendemos, dejar pasar los momentos buenos y obviamente los malos. Esta delante de nosotros la dicha de poder vivir para Dios o poder vivir a nuestra manera.

Todo lo que está delante de nosotros es intangible y abstracto. Aquello que tiene realmente importancia para la eternidad. Siempre queremos ver las cosas y cuando se nos ofrecen las desapercibimos.

Se nos pasa por alto muy a menudo de manera inconsciente que tenemos que vivir cada momento. Estamos en ocasiones creyendo que seremos eternos en esta tierra y dejamos a un lado la fragilidad de nuestra existencia.

Génesis 6:3  Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre,  porque ciertamente él es carne;  mas serán sus días ciento veinte años.

Resumiendo:

1.- No vemos o mejor dicho se nos olvida lo que el Señor hizo de manera especial por nosotros y todo lo que conlleva su muerte expiatoria.

2.- En algunas ocasiones los fracasos y los triunfos de la vida nos agarran por sorpresa cuando deberíamos verlos venir.

3.- El regalo mismo de la vida que tenemos cada día, no lo tomamos en cuenta muy a menudo. Y lo pero aun que lo estamos tomando con simpleza.

CONCLUSION

Dios nos ha dotado de muchas facultades y pues entre ellas la de poder ser reflexivos sobre lo que nosotros podemos notar en nuestra vida.

Ahora también se nos pide que seamos capaces siempre de autoanalizarnos para no perder de vista lo que estamos haciendo en la vida.

Perder la perspectiva de lo que es esencial se nos pasa pero es necesario recobrarla para no estar sucumbidos en un estado de incosnciencia.