Una Vida Insípida

24.09.2016 18:13

Por: Pastor Carlos Orellana

 

UNA VIDA ESPIRITUAL INSÍPIDA

 

Lucas 14:34

Buena es la sal; mas si la sal se hiciere insípida, ¿con qué se sazonará?

 

INTRODUCCION

Al caer en una vida insípida se pierde el sabor de las cosas, con esto se quiere decir que ya no hay un porque de las cosas, el rumbo hacia un destino que ya no se tiene.

 

Es admirable que se tenga por parte de alguien una disciplina que es mantenida obviamente por la consecución de objetivos claros y precisos; esto es todo lo contrario a una vida sin interés.

 

El máximo deseo como hijos de Dios, debiera ser una vida para El en obediencia.

 

DEFINICION DE PALABRAS

 

Definamos la palabra clave de esta predica.

INSIPIDEZ

Falta o escasez de sabor.

 

Falta de gracia o de interés.

"No soporto la insipidez de sus conversaciones"

 

Extraída del idioma original.

G3471 - moraíno

Hacerse insípido; figurativamente hacer (pasivamente actuar) como simplón.

 

Partiendo de estas definiciones podemos decir que:

1.- Ser insípido significa estar en desuso

Cuando se es una persona que ya no tiene rumbo en la vida y ha perdido todo anhelo, se puede decir que fácilmente ha dejado de utilizar sus destrezas, habilidades y talentos para lograr sus sueños.

 

Esto hace que lo que tiene a su disposición se vuelve infructuoso viniendo a atrofiar sus potencialidades.

 

No hay cosa mas triste que ver a personas que se marchitaron en este camino de la vida, cuando prometían ser estrellas, el desuso de sus potencialidades hizo que sus vidas caerán en una insipidez de la misma.

 

Veamos los ejemplos bíblicos que nos ayudan a comparar este apartado.

2 Samuel 21:15-17

Volvieron los filisteos a hacer la guerra a Israel, y descendió David y sus siervos con él, y pelearon con los filisteos; y David se cansó.

E Isbi-benob, uno de los descendientes de los gigantes, cuya lanza pesaba trescientos siclos de bronce, y quien estaba ceñido con una espada nueva, trató de matar a David; mas Abisai hijo de Sarvia llegó en su ayuda, e hirió al filisteo y lo mató. Entonces los hombres de David le juraron, diciendo: Nunca más de aquí en adelante saldrás con nosotros a la batalla, no sea que apagues la lámpara de Israel.

 

David era un hombre de guerra pero ya no estaba para pelear sus potencialidades ya no eran las mismas debía ceder ante esto.

 

2.- Ser insípido es no valorar lo que en una ocasión se tuvo

Todos sabemos el dichoso refrán que dice: Uno no sabe lo que tiene hasta que no lo pierde.

 

El que se vuelve insípido deja perder las cosas importantes de la vida y para cuando lo nota es demasiado tarde.

 

Todo lo que perdemos en algunas ocasiones entonces viene a ser producto de mero descuido y a esto añadimos la falta de interés que se le tenía.

 

Veamos el ejemplo bíblico que nos ayuda a comparar este apartado.

 

Hebreos 12:15-17

Tengan cuidado de que ninguno de ustedes pierda el favor de Dios, ni sea como mala hierba, pues esto los puede perjudicar a todos.

No cometan inmoralidades sexuales ni le falten al respeto a Dios. Eso fue lo que hizo Esaú cuando vendió los derechos que tenía como hijo mayor a cambio de una sola comida.

Ustedes ya saben que después trató de conseguir la bendición de su padre y, aunque la suplicó con lágrimas, él no se la dio pues ya no podía cambiar lo que había hecho.

 

Lo único que queda después de perder las cosas es llorar por ellas.

 

3.- La insipidez atrae conformismo

Esto si que es importante tomarlo en cuenta.

 

Conformarse tiene dos extremos como sabemos que son malos. El primero seria conformismo para no querer seguir obteniendo mas aun cuando se puede pues los medios están a favor; y el segundo seria conformismo para no arriesgarse a querer más sabiendo que puede perderse aun lo que se a concedido quedándose solo con lo que se tiene.

 

Entonces el equilibrio del conformismo lo podemos precisar en que lo que estamos teniendo no se arriesga por querer más.

 

Pero es precisamente de este conformismo de saber que en Dios tenemos más y que no arriesgamos prácticamente nada pues lo que el Señor quiere es darnos más.

 

Veamos en este pasaje la demostración de este apartado.

Mateo 25:14-18

Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.

A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.

 

Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos.

Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos.

Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor.

 

Ser conformista en Dios no es bueno, porque siempre Dios da más.

 

4.- La insipidez espiritual nos hace estar sin reacción

Fijemos en esto, nadie espera que le vengan las cosas de bote pronto y más no reaccionar ante ellas después.

 

La reacción nos hace pensar que aun tenemos conciencia de las cosas, que estamos lucidos en nuestros pensamientos para resolver los conflictos que nos vienen.

 

Es a esto que la biblia llama "andar en la carne", porque no vemos cuando el enemigo ataca y recibimos todo el daño.

 

El Espíritu hace que reaccionemos de manera espontanea pues El clama de manera silenciosa en nuestro mismo ser.

 

5.- Una vida espiritual insípida nos hace candidatos para ser desechados por Dios.

No hay pero cosa que no hacer nada dentro del reino de los cielos, o no cumplir la función que se debe dentro del cuerpo del Señor como miembros del mismo.

 

Una cosa es no hacerlo porque no lo sabe y otra muy distinta a saberla y no hacerla.

 

Entonces Dios busca que estemos realizando lo que nos ha encomendado. Que sigamos con nuestras funciones. Esto nos mantiene con interés en las cosas del Señor mismo.

 

Lucas 2:36-37

Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad,

y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones.

 

NOSOTROS LOS HIJO DE DIOS LE DAMOS EL SABOR A ESTA TIERRA

Somos los que tenemos por derecho divino la facultad de darle sabor a esta tierra, con nuestro estilo de vida, nuestras creencias, la verdad tal cual es de las cosas.

 

Como iglesia debemos seguir promulgando lo que nuestro Señor nos dice.

 

Una iglesia insípida será pisotea por el enemigo, de ahí los grandes escándalos de pecados en algunas de estas, han dejado el interés genuino lo que la biblia llama el "Primer amor".

 

CONCLUSION

Continuemos dándole sabor a esta vida espiritual y natural.

 

Con nuestra labor conservamos el mundo actual.

 

Somos los únicos que podemos lograr realizar darle sabor a esta existencia.


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