Haciendo el Bien

26.05.2017 20:02

Por: Pastor Carlos Orellana

 

 

Haciendo el Bien

Nuestro prójimo debe recibir el bien

 

TEXTO BASE:

Salmos 4:5

Confíen en el Señor y como sacrificio, hagan el bien.

 

Objetivo:

Indicar porque debemos hacer el bien a nuestros semejantes.

 

INTRODUCCION

Este tema nos muestra que no es fácil estar haciendo bien únicamente a nuestro prójimo, de hecho por momentos llegamos a pensar que muchos de ellos lo que realmente se merecen es todo lo contrario.

 

Podría ser así, pero ahora que estamos en Cristo debemos adoptar otro estilo de vida, este es claramente muy superior a la antigua forma de vida. Donde nos encontrábamos sumergidos en los mismos comportamientos de cualquier humano ordinario sin Dios.

 

Este es el fruto que debe ser mostrado en nuestro nuevo ser, es la razón por la que los incrédulos alabaran al Señor, al ver que actuamos de manera diferente y que estamos envueltos en una nueva forma de vivir la vida en paz y sosiego con los demás.

 

La Escritura nos hace este énfasis por doquiera, que podamos ayudar a nuestro prójimo, que aprendamos a vivir con los demás, que compartamos de lo que Dios el Señor nos ha dado. Resulta extremadamente fácil cuando las personas nos muestran un grado de empatía pero muy difícil cuando estamos ante otros que nos repudian o están para causarnos daños.

 

Este es el punto, debemos cambiar estas atmosferas, pero para ello nosotros debemos revestirnos de una nueva concepción de vida en Dios.

 

Esta concepción es la que hará que nuestro comportamiento sea totalmente distinto al que el ser humano sin Cristo tiene.

 

La Palabra del Señor lo llama literalmente un sacrificio el hacer el bien.

 

PORQUE DEBEMOS HACER EL BIEN

1.    Hacemos el bien porque somos diferentes o por lo menos debemos serlo.

Lo que trato de enfatizar es que nuestras actuaciones deben ir encaminadas a brindar ayuda, comprensión y grados de tolerancia para algunas personas. No podemos ir por el mundo pagando con la misma moneda.

 

El Señor Jesucristo lo dijo muy claramente y aparte de ello lo mostro. Las personas se admiraran de esa manera distinta de ser tratados, esto es como que un vendedor quiera que el cliente le compre su mercancía a fuerza y no convenciéndolo con sus palabras para que finalmente le compre su producto.

 

Es cierto que habrá personas difíciles pero con todo esto nosotros no debemos de dejar de hacer el bien.

 

Efesios 2:10

Porque somos hechura suya,  creados en Cristo Jesús para buenas obras,  las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

 

1 Tesalonicenses 5:5

Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día;  no somos de la noche ni de las tinieblas.

 

2.-Porque la personas que están en Cristo han recibido bendición y deben estar compartiéndola con los demás.

Esta es la Gran Comisión en sí misma. Debemos compartiendo con otros lo que el Señor nos ha dado y sigue dando. Esta es la razón primordial.

 

Hay un pensamiento clave que vemos en la persona del Señor Jesucristo, “Compartir”.

 

Provoques el bien en los demás, todos estamos solo recibiendo el mal de manera inconsciente a través de los medios y nos han propagado la mente de hacer solo el mal y olvidarnos del bien.

Aunque sabemos que el mal se multiplicara también es nuestro deber en el Señor propagar el bien.

 

Así que, si hemos recibido el bien debemos compartirlo con los que no lo han recibido.

                   

Efesios 4:28

El que hurtaba,  no hurte más,  sino trabaje,  haciendo con sus manos lo que es bueno,  para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.

 

3.- Porque la lucha de un hijo de Dios es esa, vencer el mal.

Esta es nuestra batalla diaria, saber que puede ser que estemos bregando contra la corriente del mal, solo que esta oportunidad tenemos en nuestra barca la ayuda del Señor.

 

Nos cansamos sinceramente de hacer el bien, más cuando nadie reconoce este esfuerzo y voluntad por hacerlo. El esposo o la esposa en el matrimonio por no querer hacer más grande una discusión mejor calla, eso es hacer bien, no estar propiciando peleas entre ellos.

 

Las expresiones de hacer el bien hasta a nuestros enemigos es muy fuerte pero básicamente es nuestro sacrificio.

 

Romanos 12:21

No seas vencido de lo malo,  sino vence con el bien el mal.

 

EL BIEN COMO UN SACRIFICIO

  • Nadie gana algo haciendo el bien

Alguien podría debatir esta postura, no se gana nada haciendo el bien a los demás. Parece casi cierta esta forma de pensamiento solo que en verdad no es cierta a la luz de la Escritura.

 

El Señor enfatizo esto en muchas partes, durante sus enseñanzas, el principio del bien está arraigado en el corazón de Dios, veámoslo en este pasaje:

 

Jeremías 29:11

Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros,  dice Jehová,  pensamientos de paz,  y no de mal,  para daros el fin que esperáis.

 

Esto nos dice claramente que si se gana haciendo el bien, probablemente veamos los frutos de nuestros esfuerzos y enormemente recompensados.

 

  • Si el mal se está multiplicando ¿Hay alguna razón para seguir haciendo el bien?

Aunque pareciera casi repetitiva la insinuación con la primera, lo que se trata de dejar en claro es el hecho de mantenerse alejado del mal.

 

Es fácil corromperse por el mal pero que motivador e inspirador es encontrar personas que aun contra viento y marea se mantienen en este vivir.

 

CONCLUSION

Como hijos de luz debemos hacer obras de luz y no de tinieblas, solo que si dejamos que las tinieblas llenen nuestra vida pues no podremos alumbrar obviamente a los demás.

 

Hacer el bien es una característica de los hijos de Dios, ya que nuestro Padre hace el bien a todos siendo estos buenos o malos y ese es nuestro estilo también, hacerle el bien a todos.

 

Casi todos nos dejamos vencer, y terminamos convenciéndonos que es en vano el seguir haciendo el bien a los demás.


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