Discípulo - Factores que lo hacen verdadero
Por: Pastor Carlos Orellana
Discípulo
Factores que lo hacen verdadero
TEXTO BASE:
Juan 8:31
Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;
Juan 13:35
En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
Objetivo:
Darnos cuenta que factores nos catalogan como verdaderos discípulos.
INTRODUCCION
Convertirnos en verdaderos discípulos es más que solo querer por momentos servir a Dios. Es más que estar yendo a la iglesia los fines de semana y dar una aportación de nuestros recursos.
El verdadero discípulo tiene tareas que hacer para su Señor que demuestran su compromiso y voluntad.
Llegar a ser como los discípulos que formo el Señor Jesucristo es lo que necesitamos, comenzar a dejar todo y seguir a nuestro Señor sin mirar atrás.
Tendremos cien veces más de lo que hemos dejado por seguirle y aparte de eso la vida eterna. He ahí el énfasis en muchas de las palabras del Señor Jesucristo. Negarse a uno mismo, tomar la cruz, dejar a su padre y madre y muchas más que recalcan que un discípulo se entrega por completo a su labor.
Hemos perdido este principio y ahora estamos más involucrados con actividades que solo dan la falsa apariencia de hacer algo edificante y necesario para la vida cristiana.
Factores de un verdadero discípulo
1.- Tiene un Compromiso de rendición total
Todo el que quiere ser discípulo debe aprender a rendir toda su vida.
Lucas 14:26
Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.
Lucas 14:33
Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.
Para seguir al Señor Jesucristo tenemos que aprender a dejarnos en sus manos. Esto conlleva que tengamos que vivir para El y anteponiendo todo nuestros compromisos.
En este pasaje lo deja muy en claro que el verdadero discípulo está dispuesto a dejarlo todo por seguir a su Señor. Esto ni siquiera es algo que lo piensa solo lo hace.
2. Toma la decisión firme de continuar siendo discípulo
Obviamente todos queremos graduarnos del discipulado, lo triste es que no hay en el reino de Dios un claro momento para sentirnos totalmente fuera del discipulado.
Al igual que podemos llegar a ser maestros para otros por nuestra madurez espiritual seguimos en el camino de ser discípulos para Dios.
Lucas 14:27
Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.
Sí, es continuo el ser discípulo, claro que hay también una transición para llegar a ser de discípulo a obrero pero eso se da cuando estamos firmes en nuestros principios del discipulado y ahora es un diario vivir.
3. Un verdadero discípulo sigue escuchando la voz de su Señor
Esto es importante pues al seguir con esta actitud demuestra siempre su grado de necesidad de seguir aprendiendo. Ahora son muchos los que andan solo diciendo pero no escuchando.
Nos dice mucho que un discípulo escuche la voz de su Señor. Demuestra muchas cosas como:
1.- Sujeción: al seguir escuchando la voz de su Señor sigue diciendo que deja en manos del Señor su vida a su entera soberanía.
2.- Interés por ser enseñado: escuchar atentamente lo que otro está diciendo es sinónimo de querer aprender de Él.
El Señor nos dice que todo el que le conoce sabe escuchar su voz y pues esto hace la verdadera distinción de un discípulo.
Hechos 9:10
Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor.
4. Un discípulo comienza a hacer tareas extraordinarias por la transferencia de autoridad de su Señor
El discípulo también tiene que practicar lo que se le enseña, inicia el camino de la experiencia para enseñar a otros lo que por vivencia propia aprende.
Hay tareas que al ser dadas también tienen en sí mismas el revestimiento de cierto poder para hacerlas. En el caso particular de la obra de Dios, estamos haciendo nuestra práctica nada más que en el reino de las tinieblas, cosa que no es nada fácil.
Para ir a ejercitarnos en nuestras responsabilidades en este terreno es obvio que tenemos que tener una autorización para subyugar las huestes espirituales de maldad.
En cambio otras tareas son mas de carácter instructiva que de igual forma requieren el poder de Dios pero para enseñar correctamente una verdad bíblica a otros.
Mateo 10:1
Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.
5. Un discípulo hace otro discípulo
Este es el punto central del discipulado, enseñar a otro lo que se le fue enseñado a él. Aquí digamos termina para el discípulo el proceso de ser discipulado cuando el inicia la labor que hicieron con él al discipular a otro de la misma manera.
Es en este punto donde la mayoría fallamos, no se nos hizo énfasis en esto cuando vinimos al Señor. Solo de esa forma vamos a cumplir con todos los deberes como discípulo y solo de esa forma nos graduaremos para entrar en la transición de ser obreros.
Mat 28:19-20
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Es la graduación que todos debemos tener de manera reiterada, aquí se nos mide nuestro compromiso con el Señor. Si obedecemos a terminar enseñando a otros.
LA TRANSICION DE DISCIPULO A OBRERO
Para dejar de ser discípulo debemos iniciar con el cumplimiento de nuestros deberes como tal. En otras palabras hasta que hagamos un estilo de vida lo que le concierne a un discípulo podremos pasar a ser obreros.
Porque los obreros son discípulos constantes y firmes en sus deberes, todos ellos llegan a formar a otros para el ministerio, ya su labor es llevarlos a ese proceso de transición.
Los obreros ven el potencial que hay en lo nuevos discípulos, se encargan de ir limpiando las asperezas de este nuevo discípulo para que este haga lo mismo con otro.
Hasta aquí es el proceso que el Señor espera que lleguemos realmente, esa fue su oración: Pedir al dueño de la mies por más obreros.
CONCLUSIONES
Llegar a graduarnos del discipulado es lo que todos queremos de una vez, pero cuando nos damos cuenta que para hacerlo debemos iniciar una ardua tarea de discipular a otro, volvemos a nuestro estado de creyente mejor.
Nos quedamos sentados y vegetando. Cuando lo que deberíamos es comenzar la tarea para pasar al proceso de transición de ser un obrero.
Dios pide que pidamos por obreros pero lo que en realidad creo que quería que pensáramos es que oráramos para que nosotros nos convirtiéramos en esos obreros que tanto necesita para segar la gran cosecha que El ya tiene lista.