Disciplinando nuestros sentidos espirituales

28.09.2016 18:20

Por: Pastor Carlos Orellana

 

CUANDO SE VE, OYE, SIENTE Y GUSTA LO QUE SE QUIERE Y NO LO QUE SE DEBE

 

Hebreos 12:11

No nos gusta cuando nos corrigen porque nos duele, pero luego de haber sido corregidos da buenos resultados. Entonces nos llenamos de paz y empezamos a vivir como debe ser.

 

INTRODUCCION

Cuan a acostumbrados estamos a que se nos trate con cierto grado de elogios, es decir que por lo general no queremos que nadie este dándonos como quien dice comentarios que ajusten nuestras responsabilidades, deberes, obligaciones y exigencias que nos demanda nuestro trabajo, o papel en el que estamos ejerciendo.

 

Con esto mostramos un lado, es decir, siempre queremos estos estímulos pero se nos olvida que también debemos estar abiertos a lo que no estamos percibiendo de manera consciente.

 

El grado como de inconsciencia que tomamos se puede obtener de la rutina misma que hacemos. Salirnos de esto, conlleva a no querer dejar lo establecido aunque ya no funcione por lo nuevo que trae considerables mejoras.

 

También es como solo esperar que nos hagan sentir bien únicamente cuando lo que puede ayudarnos a crecer y ser mejores conlleva que seamos mas abiertos a lo que inclusive no esta a nuestro favor.

 

A esto le llamaremos “todo el panorama”.

 

CUANDO SE VE LO QUE SE QUIERE Y NO LO QUE SE DEBE

Esto es lo usual, no consideramos lo demás porque simple y llanamente no nos concierne ni nos afecta. Entonces podemos decidir ignorar o no tomar en consideración porque no es relevante para mí.

 

Veamos ejemplos de esto:

1.- Siempre veo mis problemas y los de los demás no me importan

Pues la Biblia nos pide que podamos ayudarnos mutuamente, y que veamos por los demás porque somos miembros los unos con los otros.

 

Romanos 12:15

Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.

 

Casi nunca prestamos atención a lo que otros pasan, siempre cerramos nuestros ojos para no ver.

 

En este caso lo que debemos ver es lo grave que puede ser lo del otro, y comparar que tan cerca o lejos del nuestro esta. Podría hacernos valorar como esta nuestra situación ante otros.

 

2.- Veo lo que realmente me interesa

No me interesa que otro salga adelante en su vida, me interesa la mía que avance. Siempre que otro logra algo en nada me beneficia.

 

En cierta manera es correcto este pensamiento pero también esta incompleto porque por ejemplo, no estamos viendo lo que hizo esa persona para alcanzar mejor Status, nos quedamos con lo meramente superficial.

 

El ver el trasfondo hace que podamos conocer lo que en verdad hizo para lograr su avance.

 

Proverbios 22:29

¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará;

No estará delante de los de baja condición. 

 

Esto es lo que debemos alcanzar a ver, lo que esta detrás de todo logro.

 

CUANDO OIGO LO QUE SE QUIERO Y NO LO QUE SE DEBO

Siempre estamos propensos a que nos den palabras buenas, es decir que nos den honor, alabanza de lo que somos, no. Aunque es muy necesario que podamos escuchar lo que nos cuestiona y lo que tenemos como limitantes y falta de habilidad.

 

Veamos ejemplos de esto.

1.- Quiero escuchar solo lo bueno e ignoro lo malo

Esta bien que rechacemos todo aquello que no hace que podamos crecer como individuos pero es necesario saber lo que hicimos mal que es muy diferente.

 

Escuchar solo lo bueno nos daña (hablando de cualidades y virtudes personales), nos hace creer que somos casi perfectos y que por lo tanto no carecemos de nada.

 

Siempre es necesario saber escuchar hasta lo malo pues nos hace capaces de estar en contacto con la realidad de las cosas.

 

1 Tesalonicenses 5:21

Pongan todo a prueba y quédense con lo bueno.

 

Aquí lo que se tiene que aprender es a recibir lo bueno y lo malo de nosotros.

 

2.-  Solo quiero escuchar aquello que me hace sentir bien

Que cosa tan imprudente de alguien que aspira llegar a ser importante o diferente a los demás. Vamos a escuchar palabras que nos van a desgarrar el alma, a amputar nuestros propósitos.

 

Al tener un oído que hace discrepancia y a aprendido a escuchar lo que no le agrada puede ser útil para sobrecoger lo que puede de ello.

 

Proverbios 15:31

El oído que escucha las amonestaciones de la vida,

Entre los sabios morará.

 

Proverbios 25:12

Como zarcillo de oro y joyel de oro fino

Es el que reprende al sabio que tiene oído dócil.

 

De esta parte tendremos que aprender a escuchar de todo y sacar el provecho de ello.

 

DISCIPLINANDO NUESTROS SENTIDOS

Ver las cosas con otra perspectiva y hacernos las preguntas pertinentes siempre, ayudaran a mantenernos en una disciplina adecuada.

 

Referente a ver, este pasaje nos ayuda con varias preguntas.

2 Reyes 6:17

Entonces Eliseo oró y dijo: —Señor, abre los ojos de mi siervo para que pueda ver. El Señor abrió los ojos del joven y el siervo vio que la montaña estaba llena de carros de fuego y caballos que rodeaban a Eliseo.

 

En caso del siervo de Eliseo:

1.- ¿Qué esta viendo?

Solo sus dificultades, su mundo personal.

 

2.- ¿Qué estamos viendo a través de las dificultades?

Oportunidades para ver la mano de Dios, o nuestras limitancias para lograr nuestras metas.

 

3.- ¿Porqué siempre nos limitamos a no ver mas allá?

Sera que estamos programados o que sabemos aparentemente por nuestro sentido lo único que podemos ver.

 

En el caso de escuchar:

1 Samuel 3:4-10

El Señor llamó a Samuel y él contestó: Aquí estoy.

Y Samuel corrió hacia Elí y le dijo: Aquí estoy, ¿para qué me llamó usted? Pero Elí le contestó: Yo no te llamé, vuelve a tu cama. Samuel se regresó a su cama.

De nuevo, el Señor llamó: ¡Samuel! Y otra vez Samuel corrió hacia Elí y le dijo: Aquí estoy, ¿para qué me llamó usted? Elí le dijo: Yo no te llamé, vuelve a tu cama.

Samuel todavía no conocía al Señor, pues el Señor nunca le había hablado directamente.

El Señor llamó a Samuel por tercera vez y de nuevo Samuel se levantó, fue hacia Elí y le dijo: Aquí estoy, ¿para qué me llamó usted? Entonces Elí comprendió que el Señor estaba llamando al joven, y le dijo a Samuel: Vuelve a tu cama, y si te llama de nuevo, di: “Habla, Señor, tu siervo escucha”. Así que Samuel regresó a su cama.

El Señor vino, se detuvo allí y llamó igual que antes diciendo: ¡Samuel, Samuel! Samuel dijo: Habla, Señor, tu siervo escucha.

 

El joven Samuel:

1.- ¿A quién escuchaba según El?

A Dios o a Eli.

 

2.- ¿Por qué no pudo diferenciar entre estas voces?

Por falta de sensibilidad a la voz de Dios, o porque no sabia que podía escuchar otras voces.

 

3.- ¿Por qué no escuchamos a otros en sus opiniones?

Nos creemos con la razón absoluta, o no podemos aceptar que otros tengan lo correcto.

 

Lo que tratamos con este tema es que debemos ser más abiertos con lo que estamos viendo y escuchando en el sentido de que habrá que considerar todo lo que nos llega a través de nuestros sentidos con un buen criterio.

 

Para crecer en Dios debemos escuchar su Palabra y ver su presencia en nuestras vidas.

 

CONCLUSION

Dejemos a la obra del Espíritu Santo ayudarnos en nuestra disciplina con nuestros sentidos.

 

Procuremos en nuestras concepciones ser más amplios según nuestro razonamiento y criterio.

 

No nos volvamos insensibles con nuestros sentidos, saquémosle el mayor provecho.


Crea una web gratis Webnode