DINERO - ¿Un Medio o Un Fin?
Por: Pastor Carlos Orellana
DINERO
¿Un Fin o Un Medio?
TEXTO BASE:
1 Timoteo 6:9-10
9.- Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;
10.- porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
Objetivo:
Exponer las circunstancias que nos hacen ver al dinero como un fin o como un medio.
INTRODUCCION
El dinero hace en muchas circunstancias las cosas, es decir que si queremos tener un viaje pues con dinero podríamos ir a donde quisiéramos. Esto nos hace pensar en cuan importante puede llegar a ser el dinero en nuestras vidas.
Este tipo de pensamiento es el que predomina, que sin dinero nada puede ocurrir, pero la realidad dista mucho de esto. Y cuando dejamos que esta forma de pensar se apropie en nosotros, entonces tenemos serios conflictos en la vida.
El dominio sobre lo que debemos y podemos hacer sobre el dinero es nuestro gran dilema diario. El Señor nos manda a que nos cuidemos de caer en esta trampa de ceguera espiritual porque trae graves consecuencias para los que han llegado a ella.
Así que el dinero puede dictar fácilmente según nuestro comportamiento hacia él, si es un fin o si es realmente un medio. Entendiéndose que como fin estamos ofuscados por tenerlo y medio simplemente el que nos facilita como instrumento de intercambio, las cosas.
Cuando el dinero es un fin no un medio
1.-Nos preocupamos solo por tener nosotros.
Este es el tipo de sistema capitalista que trata de estar influenciado en esta sociedad altamente materialista. Y ojo que no quiero hablar de si bueno o malo tal o cual corriente económica, solo lo menciono porque esto nos esta afectando seriamente.
En este caso el dinero es un fin directo. Tener dinero se ha convertido en el que hacer diario del ser humano. Se ha caído en esta trampa directamente.
El Señor nos dice: Que dejemos de afanarnos por las cuestiones básicas que debemos suplir, pero la realidad es otra, pareciera que hemos perdido nuestra fe en El aun cuando tratamos de seguirlo.
Repito el Sistema Capitalista nos dice que debemos aplastar a cualquiera que nos estorbe para poder alcanzar nuestro deseo de tener dinero. Las grandes Corporaciones hacen añicos a las pequeñas con sus megas contratos y servicios al ofrecerlos a un costo mas bajo, como sabemos por su alta capacidad de darlo.
Esto lo puedo ejemplificar también de esta manera:
En una clase el profesor dice: Estudiantes que dicen si conocemos los dos Sistemas que gobiernan el mundo y lo traemos a la clase. A ver - dijo uno de los estudiantes. Si queremos implementar el Sistema Capitalista seria que cada uno pues estudie el contenido y obtenga la nota que debería según su esfuerzo no importándole si los demás pasan y ¡ojo! que ante esto se puede justificar cualquier forma con tal de que se apruebe.
Pero si fuera el Sistema Socialista diría que todos obtengan las mismas calificaciones, así todos podrían tener un 80% por igual, con esto no importaría que algunos se esfuercen más que otros porque al final todos tendrían lo mismo. ¿Qué dicen?
Esa pregunta aunque parezca antibíblica realmente ¡Lo es! Que decimos nosotros con nuestro comportamiento ante el dinero o ante el compartirlo. Tal vez, esta un fuera de lugar el ejemplo pero por otra parte es para reflexionar como estamos.
Lo que pasa es que sin darse cuenta se perdió nuestra consciencia de estar agradecidos por lo que el Señor nos da y deseamos tener mas.
El dinero es un fin si solo pensamos en que debemos tenerlo a toda costa. No nos importa si dañamos a los demás.
Mateo y Zaqueo eran publicanos, oficio que consistía en recaudar los fondos para los romanos extraídos por los impuestos de los israelitas como pueblo subyugado. Para colmo de esta situación es que ellos mismos eran israelitas. Lo otro es que los demás israelitas sabían que ellos cobraban estos impuestos y aun más de lo que era para ellos mismos.
Imaginémonos el escenario en que se encontraron los demás con Jesús cuando llamo a Mateo y entro en la casa de Zaqueo. El pensamiento tal vez pudo haber sido: “Como el Señor llama a este ladrón, ambicioso, y amante del dinero para que le sirva. Seguro que vera la manera de sacar provecho al andar con nosotros y la mala reputación que vamos a tomar a los ojos de los demás.”
Lucas 19:7
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador.
Pero la mirada del Señor estaba mas allá de esto, el verdadero interés en que un pecador se arrepienta y se vuelva a un camino lleno de cordura y verdad.
La ambición desaparecería con esta nueva forma de ver la vida. El Señor se encargaría de mostrar la realidad de las cosas y cómo debemos enfocarnos siempre en lo que realmente es eterno para nosotros.
Esa es la intención de estar conectados con El, mostrarnos siempre lo eterno.
2.- Somos insensibles a los demás, no compartimos lo que tenemos.
El fin de tener dinero nos priva de poder extenderles la mano a los demás. Pensamos que nos ha costado mucho el llegar a tener para que otro de manera fácil nos lo esté pidiendo.
La insensibilidad parece que recobra fuerzas en nuestro interior. Claro que no podemos ser un Santa Claus para ir regalando a todos los que nos pidan pero debemos ser sensibles ante la verdadera necesidad de los demás.
La historia sobre el Rico y Lázaro el pobre, nos muestra este grado de ceguera sobre el dinero.
Lázaro era posiblemente visto y hasta molesto para el Rico en ocasiones. Aun así no fue motivo para moverlo de su insensibilidad. Dios nos da oportunidades para poder ayudar a otros.
Así que, el tener puede llevarnos a ser duros en nuestra conciencia y voluntad para ser abiertos a las necesidades de los demás.
3.- El dinero comienza a gobernar nuestra vida.
Todo gira alrededor de ganar, no hacemos nada sino implica ganar dinero. Este nos está persiguiendo en lo que hacemos.
Debemos salir de este laberinto lo más pronto posible para ver con claridad lo que la vida nos ofrece además de este flagelo. Disfrutar la vida puede ser ocasional cuando el dinero tiene el enfoque primordial.
No hay favores o muestras de solidaridad cuando el dinero nos domina. Nadie según nuestro criterio en ese momento debe ganarse nuestra prioridad.
El Señor Jesucristo lo ilustra en esta manera:
Lucas 12:16 - 21
16.- También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho.
17.- Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos?
18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes;
19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.
20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?
21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.
Este es el resultado final para el que el dinero es el fin y no el medio.
Cuando el dinero es un medio no un fin
1.-Sabemos para que queremos el dinero.
No todos están al tanto para qué quieren el dinero aunque pareciera tan obvio. Y es que el dinero nos ayuda y facilita nuestros propósitos pero al ser mal empleado no podemos lograrlos.
¿Qué queremos lograr? seria la pregunta en cuestión sobre nuestros objetivos y pues hacia ellos empleamos nuestros recursos. De esta manera tenemos en mente para que queremos el dinero.
Algo que debemos aprender es a utilizar realmente el recurso para lo que estaba en un principio predestinado. Suele suceder que tomamos lo que era para algo y lo dirigimos hacia un impulso, en otras palabra no lo empleamos para lo que realmente era.
2.- En nuestro enfoque esta mas el deseo de vivir la vida que de esclavizarla.
Con esto en mente queremos decir que antes de pensar solo en ver cómo hacemos para conseguir dinero estamos pensando en que lo poco que tenemos nos ayude a ser felices y poder tener deleite en nuestra vida.
Estamos perdiendo este enfoque, se está ahogando con tanto bombardeo en los medios, que nos incitan una vida de insatisfacción, siempre querer más de la cuenta.
Hay algunos que quisieran que el día tuviese por así decirlo unas 25 horas en vez de 24, con una hora mas harían más.
Pero el disfrutar de la vida con lo que se tiene se ha perdido. Esto nos dice la escritura en:
Filipenses 4:11
No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.
Aprender a contentarse es lo esencial. El origen de muchas aparentes necesidades, surgen de estar descontentos con lo que tenemos.
3.- Nos sabemos equilibrar.
El versículo base nos dice que muchos quieren correr a enriquecerse lo cual trae grandes tentaciones para el que desea de manera rápida tener dinero.
La Palabra de Dios nos aconseja que debemos de esperar en que las bendiciones nos alcancen y no estar alcanzándolas a ellas. Solo debemos cumplir con nuestra parte.
Lo que hemos estado enfatizando en esta disertación es que todos estamos siendo empujados a correr por tener dinero, es como una competencia que hemos entrado.
Cuando lo ponemos como un medio para alcanzar las cosas estamos en equilibrio de la situación en cambio ponerlo como fin le da toda la facultad sobre nuestra vida.
CONCLUSION
El dinero tiene dos opciones que depende únicamente de nosotros para ubicarlo, siendo estos un medio o un fin.
Espero en el Señor que nuestra percepción sobre el dinero opte por estar siendo controlada por el Espíritu Santo.
Está bien si se gana dinero pero está mal si se pierde la vida completa por ganarlo.
Y por último, el dinero debe estar a la medida de nuestra madurez espiritual, así podremos dominar cada vez que tengamos más recursos nuestros impulsos y tener un buen equilibrio sobre su uso.